MASCOTAS Y GUAGUAS: UNA SANA RELACIÓN, PERO SIEMPRE CON CUIDADOS
Fuente: Diario Mi Hijo Ed.76Cuando tenemos mascotas, a menudo nos preocupa qué sucederá con ellas cuando llegue un nuevo integrante a la familia. Los celos de la mascota, los problemas de higiene, los posibles ataques... pueden hacer dudar incluso de la conveniencia de seguir o no con el animal en casa. Sin embargo, a pesar de los problemas que pueden surgir, las mascotas también son beneficiosas para el desarrollo social y emocional del niño.
Los perros, ayudan a los niños a ser más sociales y a desarrollar un mayor sentido de la responsabilidad. Por eso no es necesario tomar la radical decisión de deshacerse del animal, sino de tomar algunas precauciones.
Si bien lo principal es que el animal esté bien vacunado y desparasitado, el mayor temor de los papás es el riesgo de que el animal pueda atacar al bebé. Para evitarlo, es indispensable que el animal sepa acatar la orden más elemental, quedándose quieto cuando se le solicita. Pero lo mejor, es no dejar nunca solos a la mascota y al bebé, al menos hasta que esta relación se haga habitual.Mientras la guagua está en la maternidad, traten de no dejar a la mascota sola en casa. Si no pueden estar con ella, déjenla con algún familiar. También pueden llevar una toalla o manta con el olor del bebé a casa, jugar con el perrito o gatito, acariciarlo o darle premios mientras se la mostramos. De este modo, asociará el olor del bebé con experiencias agradables.
Para evitar que pueda arañar al bebé si le tocara con las patitas por accidente, lleva antes al animal a limar o recortar un poco sus uñas.
Una vez llegue la guagua a casa, el animal mostrará una curiosidad natural. Deben permitir que investigue al nuevo miembro de la familia evitando que pueda, sin querer, hacerle daño. Pero, sobre todo, no lo castigues por querer estudiar al bebé, o puede asociar la presencia de la guagua como algo negativo.
También es importante que actúen de la forma más relajada posible para evitar transmitir excitación a la mascota. Deben dejar que se acerque al bebé con calma, y si lo huele de forma tranquila, prémienle con caricias y palabras suaves. A ser posible, intenten que las visitas les hagan un poquito de caso dándole una golosina, acariciándolo, jugando con él, etc.
Si aparecen los celos, para combatirlos hay una serie de reglas:
1.- Realizar los preparativos con antelación.
2.- Actuar con calma.
3.- Presentar al bebé a la mascota de forma gradual.
4.- Supervisar a ambos en todo momento.
5.- Conseguir que la mascota relacione la presencia del bebé con cosas positivas.
Los primeros años de la guagua
Son los más difíciles para la convivencia ya que el niño no está preparado para hacer frente a la responsabilidad que supone tener una mascota. Todavía no entiende que los animales tienen capacidad para sentir dolor y sufrir. La guagua tratará a la mascota como un juguete más, al que sin querer puede hacer daño al tocarle la cabeza, los ojos o las orejas.
Los gritos del pequeño también pueden excitar a nuestro animalito y ponerlo nervioso. Aunque la mascota adore al bebé, es necesario poner límites cuando ambos comparten juegos y enseñar al niño a tratarlo bien. Para ello, es fundamental que le enseñes a acariciar a tu mascota, ya que hasta los 2 o 3 años aprende de su entorno, sobre todo a través del tacto, por lo que siempre intentará acariciarlo. A medida que crece, enseña a tu hijo a distinguir las zonas que conviene o no tocar del animal y qué fuerza debe aplicar.
Un momento delicado es la hora de comer, momento en que los animales pueden reaccionar agresivamente si sienten que peligra su sustento. Lo ideal es haber enseñado a la mascota desde pequeño a no sentirse atacado si se toma su comida o su juguete preferido. Si esto no ha ocurrido, es conveniente evitar interrumpir su hora de comida y enseñarlo a tu hijo a no molestar a su mascota en ese momento.
Pasados los primeros años, el niño deberá empezar a tomar responsabilidad sobre la mascota, por lo que enséñale a darle de comer, sacarlo a pasear, cambiarle la arena si es un gato... Eso siempre será bueno para que entienda que tener una mascota en casa no es un juego, sino que implica una responsabilidad de la que debe participar toda la familia. De esa manera disfrutaremos de los beneficios de una tenencia responsable de mascotas.