¿Qué y cómo debe comer un niño?
Fuente: Diario Mi Hijo Ed. 08Es importante que durante los primeros años de vida acostumbremos a los niños a una dieta equilibrada, de manera que adquieran buenos hábitos alimenticios. Una buena nutrición y una buena salud, son elementos fundamentales durante la infancia. A continuación, algunos consejos para que tu hijo crezca sano y fuerte.
Los más pequeños necesitan alimentos de los mismos cuatro grupos alimenticios que cualquier adulto: 1) Carne, pescado, aves y huevos. 2) Productos lácteos. 3) Frutas y vegetales. 4) Granos de cereal, papas, arroz, pasta y pan.
Al cumplir el primer año, un niño debe ser capaz de comer la mayoría de alimentos que se sirva al resto de la familia, pero con algunas precauciones. Se tiene que regular el tamaño de las porciones y la temperatura de los alimentos que les servimos, y limitar la sal y el azúcar. La sal favorece que el día de mañana puedan tener hipertensión y el azúcar puede provocar que prefieran alimentos más ricos en calorías, que pueden favorecer el sobrepeso. Otros condimentos que la familia usa habitualmente, como ajo o merkén por ejemplo, pueden introducirse de a poco para que no impidan que el niño disfrute los sabores naturales de los alimentos, pero que a la vez se acostumbre a la comida de la casa.
Ya desde antes de los dos años, al niño se le debe disminuir gradualmente el consumo de grasas, ya que una vez cumpla los cuatro o cinco años, ha reducido en un tercio las calorías diarias que necesita. Hacer un buen hábito de alimentación requiere que se respeten los horarios de las comidas (evitar “picoteos”) y favorecer el consumo de una gran variedad de alimentos, y así no debería existir preocupación por una sobrealimentación que provoque un exceso de peso.
Los niños no aprenden a masticar con movimientos de trituración hasta más grandecitos, por lo que antes del segundo año de vida hay que darles alimentos cortados en trozos pequeños. ¡¡Pero ojo!! Se debe evitar darles maníes, almendras o uvas enteras, ya que existe el riesgo de que se ahoguen. Evita darles a probar golosinas, ya que mientras más tarde las prueben, será más fácil evitar que las coman en exceso. Y hay que servirles agua pura; la disfrutan mucho cuando están sedientos. Por otra parte, es fundamental darles frutas: si consumen 2 a 3 porciones al día, del tamaño de un puño, no será necesario prepararles jugos y se podrá evitar que consuman líquidos azucarados o saborizados.
La comida, los horarios y la compañía
No hay que alimentar a un niño con comida chatarra, o sea la que está muy cargada de grasas, sal o azúcares, y siempre evita dejarlo comer sin compañía. Hay que recordar que la hora de la comida es un excelente momento para compartir en familia, y ese hábito hay que cuidarlo; tus hijos lo agradecerán, ya que nada les gusta más que estar junto a sus padres.
Esfuérzate por establecer un horario en el cual todos estén presentes. Quizá tengan que comer un poco más tarde porque alguno de los niños está en una práctica deportiva, o tal vez tengan que fijar una hora especial los fines de semana, pero es importante que se tomen el tiempo de estar juntos.
Por otra parte, las comidas en familia ofrecen la oportunidad de presentarle al niño nuevos alimentos. Al comienzo, es normal que el niño rechace lo que desconoce, pero si ve que los papás comen algo, se sentirá interesado, y es muy probable que tras algunos intentos acceda a comer de todo. Por lo tanto, acompañarlos en las comidas es una buena oportunidad de darles el ejemplo llevando una dieta saludable.
Diez buenas estrategias:
- Cuando pequeñito, permite que use su mano o una cuchara mientras lo alimentas.
- Evita distractores como la televisión o videos juegos a la hora de comer.
- Evita prepararle comidas extras cuando no quiera comer lo que le habías preparado.
- Promueve un ambiente grato y de cariño.
- Evitar las peleas por la comida o por obligarlo a comer.
- Establece un horario regular para las comidas en familia.
- Sirve una gran variedad de alimentos y refrigerios saludables.
- Da un buen ejemplo siguiendo una dieta nutritiva, variada y saludable.
- Involucra a los niños en el proceso de preparar los alimentos que luego va a comer.
- Durante tu embarazo y mientras des pecho, come sano, variado y de todo. Los sabores que pasen a la leche ayudarán a tu hijo a aceptar mejor los alimentos nuevos.