¿CÓMO EVOLUCIONA LA VISTA DE LAS GUAGUAS?
Fuente: Diario Mi Hijo Ed. 53Se suele afirmar que los bebés nacen ciegos, lo que no es cierto. Pueden ver, pero a una distancia menor, ya que el reflejo de acomodación está en desarrollo, y en un campo visual más estrecho ya que la zona central de la retina no está totalmente desarrollada, por lo que la visión es limitada, pero está presente. Pueden percibir cambios en la intensidad de la luz como destellos, reflejos, o si se está en total oscuridad… e incluso puede fijar puntos de contraste. A través de la mirada, el bebé va reconociendo a los padres y el entorno, pero requiere de un proceso de adaptación y aprendizaje que va a durar varios meses.
El recién nacido puede ver objetos hasta unos 20 a 30 centímetros de distancia, y probablemente en una escala limitada de colores. Ante un foco de luz, el bebé gira la cabeza hacia él, excepto si ésta es muy intensa y le molesta. Además, sus pupilas se contraen al ser iluminadas. Uno de los primeros estímulos visuales de la guagua es reconocer el pezón y la aréola, que se han oscurecido durante el embarazo preparándose para orientar al recién nacido hacia su primera mamada. Luego, y muy coincidente con lo anterior, es el rostro de la mamá, asociando su cara a una serie de sensaciones placenteras y generando el vínculo mágico que llamamos apego.
A las dos semanas de vida, una guagua muestra interés por los objetos alargados y contrastados con el fondo, como pueden ser los rostros humanos, por lo que poco a poco van sintiendo curiosidad por las caras que le rodean, sobretodo en la zona que rodea a los ojos.
Se dice que el rojo es uno de los primeros colores que empieza a discernir un bebé, por lo que siente curiosidad por los objetos de ese color. Como no ve con claridad, es común que se ponga bizco, ya que no puede enfocar los dos ojos al mismo tiempo en el mismo lugar, lo que llamamos estrabismo. Eso no significa que vaya a tener esa mirada en un futuro ya que, con el paso de los días, consigue enfocar adecuadamente y este estrabismo debe ceder antes de los tres meses.
Aunque siga viendo a través de un radio limitado y durante periodos de tiempo cortitos, hacia el final del primer mes de vida va mostrando interés por el entorno. Y ya entre la octava y décima semana, el bebé puede seguir un objeto en lento movimiento a una distancia de 30 a 60 cm. Este progreso va también acompañado de un mayor control de la cabeza, al ir fortaleciendo los músculos del cuello.
Después de las 10 semanas, la guagua empieza a descubrir sus manos, ya que va captando los detalles más pequeños y puede enfocar casi a cualquier distancia. Además, ya puede abrir y cerrar las manos, perfeccionando poco a poco su coordinación de manera que puede pasar largos ratos moviendo y observando sus manitos, hasta descubrir su utilidad para manipular su entorno.
Entre los tres y cuatro meses aumenta el control muscular del ojo de manera que puede seguir objetos y diferenciarlos del fondo. El punto focal adquiere el rango casi del adulto y entre los cuatro y seis meses, se completa la visión del color, reconoce los objetos y los busca con la mirada.
A partir de los siete meses puede mirar fijamente objetos muy pequeños y empieza a tener una percepción de la profundidad, especialmente cuando ya es capaz de mantenerse sentado, puede ver todos los colores y será capaz de seguir objetos que se mueven a mayor velocidad. ¡Y desde ahí será un observador por siempre!