SACAR A PASEAR A TU BEBÉ DURANTE DÍAS FRÍOS
Fuente: Diario Mi Hijo Ed. 50Salir a pasear con tu bebé es muy beneficioso, ya que además de disfrutar el aire libre y el sol, el bebé se acostumbra a observar y explorar el paisaje y a estar con personas diferentes a las de la familia. Esto los estimula, los vuelve más receptivos y les ayuda a vencer el rechazo a los extraños.
Lo aconsejable es que le saques de paseo un ratito cada día, ya que la luz del sol fortalece su sistema inmunológico y favorece su crecimiento al ayudar a sintetizar vitamina D, que es la que fija el calcio a los huesos y ayuda en varias funciones de nuestro organismo. Cuando hay mejor clima, como en primavera y verano, es más fácil salir a pasear con el bebé, pero es importante mantener este hábito incluso durante los días más grises de otoño e invierno. Eso sí, bien abrigadito y eligiendo las mejores horas del día, y las zonas más alejadas del tráfico.
Precauciones para el frío
Es importante que abrigues bien a tu bebé, con su abrigo o enterito de paseo dentro del coche, y si lleva las manos fuera, procura ponerle guantes. Y si llueve, usa un protector de coches para que no se moje o una manta impermeable en el portabebé (venden unas capuchas de plástico transparente que se pueden adaptar al coche).
No te apresures en la caminata, ni tampoco te detengas mucho tiempo en algún sitio, ya que los bebés no regulan bien su temperatura corporal y las corrientes de aire pueden hacerla bajarla mucho.
Elige las horas centrales del día, así el sol aportará más calor durante el paseo. Y de ser posible, camina por parques y jardines, no por zonas con mucho ruido o de mayor contaminación.
Si es mucho el frío, con media hora en la calle es suficiente. Y si el bebé no se encuentra bien, está congestionado o está cursando un cuadro gripal, no te arriesgues, deja el paseo para otro día.
Recuerda que la piel de los bebés es muy sensible al frío y al viento. Aplícale una crema hidratante que lo lubrique y que lo ayudará frente el frío. Y si lo llevas en un portabebés comprueba que sus pies están bien cubiertos y que las manitos y nariz no se pongan muy frías. El resto del cuerpo se calentará con tu propio calor corporal.
Cuando entres en un lugar cerrado, lo primero es sacarle la manta que le hayas puesto, el abrigo de paseo o cualquier otra cubierta. Además, sácale los guantes y el gorro. Todo esto para que no se acalore con la calefacción interior del lugar. Haz lo mismo al llegar a casa; y no dejes al niño dormido en el coche tal como ha llegado de la calle: quítale la ropa de abrigo.
En casa mantén un calor ambiental moderado, evitando que exista un gran cambio de temperatura entre el interior y el exterior.
Cuando hace frío la sensación de sed es menor, pero no olvides ofrecer a tu hijo el pecho (o su mamadera con agua si ya ha empezado con los sólidos), en lugares con la calefacción alta.
Antes de salir, prepara el "equipaje"
- Una mantita fina, puede ser de “polar”, por si tienes que sacar al niño del coche.
- Un gorrito de lana y sus guantes.
- Algún juguete que le mantenga entretenido por el camino.
- El mudador, el paquete de toallitas húmedas, la crema para prevenir las irritaciones del potito, unos cuantos pañales y un cambio de ropa por si se mancha.
- Si ya tiene sobre los 6 meses, una mamadera con agua, o programarte para amamantarlo.
- Si tu bebé ya ha empezado con la alimentación complementaria y le va a tocar comer fuera, llévale su comida en un envase adecuado.