Fiebre infantil: lo que debes saber
Fuente: Diario Mi Hijo Ed. 05Aunque popularmente se ha creído que la elevación de la temperatura corporal por encima de sus valores normales es algo negativo o peligroso, en realidad es un sistema de defensa que ayuda a eliminar los gérmenes que están provocando la enfermedad y activan las defensas de nuestro hijo. Por lo tanto, es un llamado de atención contra algún germen que nuestro hijo está combatiendo.
Entonces, hay que tener claro que la fiebre no debe considerarse un síntoma de alarma, y más bien tenemos que fijarnos en las condiciones agregadas: si el niño tiene menos de tres meses de edad, si la temperatura es superior a 40° grados centígrados (°C), si lleva tres o más días afiebrado o si presenta síntomas de alarma como los que revisamos a continuación.
Atención a los signos de alarma
Más importante que cuánta temperatura tiene tu niño, es su estado general. Si tiene fiebre alta no hay que alarmarse a no ser que al mismo tiempo presente gran decaimiento (no tiene ganas de jugar), somnolencia (cuesta que te responda), gran rechazo alimentario o una afectación general. Además, ten en cuenta los signos de alarma agregados que acompañen a la fiebre: tos agobiante, manchitas en el cuerpo, vómitos, diarrea profusa o con sangre y/o pus, convulsiones y zonas del cuerpo con aumento de volumen. Si estos signos acompañan a la fiebre, debes consultar inmediatamente a tu pediatra o asistir a un centro de atención de urgencia.
Recuerda que la fiebre no es una enfermedad pero refleja que el organismo se está defendiendo de algún germen.
¿Cuándo se habla de fiebre?
La temperatura que se considera “fiebre” es diferente dependiendo del lugar donde se ponga el termómetro. Hay fiebre si:
• La temperatura rectal supera los 38ºC
• Si la temperatura en el oído es superior a 38ºC
• Si la temperatura oral es mayor de 37,5ºC
• O, si la temperatura axilar se eleva por encima de los 37,2ºC
Los termómetros más eficaces
Hay tres tipos de termómetros: los clásicos de mercurio (hoy no recomendables y en desuso por el riesgo de rotura y contacto e inhalación del mercurio, que es altamente tóxico); los digitales y los infrarojos que se ponen en el oído o la frente. Todos son precisos. En cambio, las cintas-termómetro que se ponen en la frente no dan lecturas precisas.
¿Cómo tomar la termperatura?
Independiente del termómetro que uses, es importante leer cuidadosamente las instrucciones del fabricante. Antes y después de cada uso debes lavar la punta con agua y jabón o alcohol, y guárdalo en algún lugar fuera del alcance del niño. No debes tomar la temperatura a tu niño inmediatamente después de haberlo bañado o después de que haya estado envuelto en una manta, ya que esto podría afectar a la lectura de su temperatura. Espera unos 10-15 minutos para obtener una lectura más precisa.
¿Qué hacer si el niño tiene fiebre?
Déjalo con poca ropa de abrigo, en pañales o con un pijama ligero, mantén su habitación fresca y ventilada, evitando las corrientes de aire, y proporciónale abundantes líquidos. No le des friegas con alcohol o baños en agua fría, para evitar desagradables descensos bruscos de temperatura y otros trastornos peligrosos. Se aconseja darle los fármacos antitérmicos como paracetamol o ibuprofeno solo cuando esté indicado por tu pediatra, únicamente si la fiebre produce mucho malestar en el niño, lo que habitualmente ocurre cuando la temperatura es superior a 39 o 39,5 ºC. No deben, administrarse antitérmicos con horario y no se deben administrar antibióticos de partida: en la mayoría de los casos la fiebre tiene un origen viral y darle estos medicamentos no sólo resultará inútil sino contraproducente.
Contacta prontamente a tu pediatra o asiste a un centro de atención de urgencia si:
• El niño tiene menos de 3 meses.
• O, tiene más de 3 meses y además de fiebre presenta uno o varios de los siguientes síntomas: somnolencia, mareos o comportamiento anormal, convulsiones, vómitos, dolor de cabeza o irritabilidad, diarrea con sangre y/o pus, erupciones o manchas en la piel, alteraciones en su respiración normal o tos agobiante, dolor continuado, o bien no utiliza normalmente alguna extremidad o tiene alguna fría en comparación con el resto del cuerpo.
• Si cumple tres días teniendo fiebre.