¿Son seguros los flotadores inflables como "alitas"?
Fuente: Diario Mi Hijo Ed.11Las piscinas, lagos, playas y parques acuáticos son el panorama ideal para combatir el calor. Sin embargo, para que un momento divertido no se convierta en una tragedia es importante tomar algunas precauciones en las actividades acuáticas, especialmente cuando son realizadas por niños.
Ante todo, los padres o algún adulto responsable deben estar alerta ante los potenciales peligros, lo que significa prestar atención permanentemente mientras los niños están en el agua o cerca de ella. El uso de flotadores es necesario pero no suficiente: cuidado que pueden generar una falsa sensación de confianza; son dispositivos que no reemplazan la vigilancia familiar. Es fácil que te despreocupes si tu hijo lleva algún flotador, dejando de prestar la atención necesaria, lo que conlleva a riesgo de accidente no controlado. Por este motivo, además de los elementos de seguridad que use un niño, es importante que siempre esté vigilado por un adulto y, en el caso de que éste no se bañe con él, debería estar vigilándolo constantemente desde la orilla o a corta distancia.
¡No a las alitas y flotadores inflables!
Los flotadores tipo “cámara de neumático”, no son seguros. Es probable que al jugar, tu hijo logre dar la vuelta al flotador o se escurra por el agujero hasta quedar sumergido en el agua. Si justo en ese momento estamos mirando para otro lado, la vida del pequeño correrá peligro.
Por otra parte, las alitas pueden pincharse fácilmente o, si no son del tamaño adecuado, es muy probable que se salgan cuando el niño levante los brazos.
Los flotadores inflables, entre otros las alitas, no ayudan a los niños a la hora de aprender a nadar, pues limitan mucho el movimiento de los brazos y otras partes del cuerpo y, cuando no los tienen puestos, no saben muy bien cómo moverse para flotar y desplazarse.
Por lo tanto, la Sociedad Chilena de Pediatría recomienda evitar su uso, prefiriendo otras alternativas más seguras y que no limitan el proceso de aprendizaje de nadar.
Algunas buenas alternativas
Con el tiempo han ido apareciendo nuevos elementos más seguros para los niños y más adecuados para que puedan aprender a nadar:
• El “tallarín”: Es un largo cilindro de espuma, que ayuda a los niños a flotar sin que esté sostenida al flotador ninguna parte del cuerpo, ya que son los niños los que deben agarrarse. Es muy bueno para aprender a nadar, pero no para dejar a los niños solos. ES MUY IMPORTANTE QUE UN ADULTO ESTÉ EN EL AGUA CON EL NIÑO o que el niño ya tenga algunas nociones de nado.
• Cinturones o pecheras: permiten que el pequeño pueda flotar y, a medida que vaya moviéndose mejor por el agua, se les puede ir retirando poco a poco. El cinturón va agarrado por la cintura y el tórax, no por las axilas, por lo que les obliga a estar más pendientes de la posición y, en definitiva, les ayuda a ser más hábiles en el agua.
• Flotadores integrados: Son parte del traje de baño, por lo que se es imposible que se salgan y ayudan al niño a flotar, dejándole libertad para mover brazos y piernas.
• Chalecos salvavidas: Son muy efectivos para mantener la flotación y muy seguros cuando su ajuste es el adecuado: con un tamaño apropiado para el niño, y que cuenten con una correa inferior de entrepierna que permita que no se suban. Eso sí, pueden ser un poco incómodos para enseñar a nadar, porque también pueden limitar el movimiento.