Latinoamericanos registran un elevado consumo de azúcar per cápita
(Medscape)El consumo medio de azúcar (sacarosa) en Latinoamérica es de 99,4 g por día, que corresponde al 20,1% de la energía total. El azúcar agregado contribuye con 13,2% del total de la energía, según datos publicados el 22 de marzo en la revista Nutrients con datos recolectados en ocho países: Argentina, Colombia, Perú, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador y Venezuela.[1]
El primer lugar de la lista lo ocupa Argentina, con 115,2 g de consumo por día, de los cuales 91,4 g son agregados; así como en los valores de azúcar agregado, tanto a nivel absoluto como relativo (porcentaje del total y porcentaje de los carbohidratos).
En la lista, el segundo lugar lo ocupa Colombia (109,8 g/día) y el tercero, Perú (106,4 g/día), en términos absolutos de consumo de azúcar, con Brasil (86,2 g/día) y Chile (84,9 g/día) en el otro extremo.
"Es el primer trabajo latinoamericano con muestras representativas en cada uno de los 8 países", dijo a Medscape en Español el primer autor del trabajo, el Dr. Mauro Fisberg, Ph. D., pediatra brasileño del Hospital Infantil Sabará y Departamento de Pediatría, en la Escola Paulista de Medicina de la Universidade Federal de São Paulo (UNIFESP), en San Pablo, Brasil.
"Ahora se incorporó México, pero todavía estamos estandarizando la metodología". En México, la situación podría ser más marcada, ya que 64% de los hombres y mujeres mayores de 20 años superan las recomendaciones de azúcar, y esta cifra es aun superior en hombres (71%) y mujeres (85%) de 12 a 19 años.[2]
Estudio poblacional
Los datos provienen de un estudio poblacional multicéntrico en el cual se le pidió a 9.218 personas de 15 a 65 años que recordaran lo que habían consumido en las últimas 24 horas. Entrevistadores entrenados visitaron dos veces los hogares, solicitando además de los datos demográficos y la medición antropométrica, el consumo de comida y bebida de las últimas 24 horas, según métodos aceptados para ayudar a reducir el sesgo de memoria.[3] Los datos fueron analizados para definir el consumo de monosacáridos, disacáridos, y azúcar agregada durante la preparación y el procesamiento industrial.
Para la realización del trabajo internacional, más de 4.000 alimentos debieron ser previamente evaluados y estandarizadas. "Se debieron diferenciar hasta las bebidas industrializadas, porque la Coca Cola es diferente de la Inca Kola, y hay muchos productos regionales, como la Tubaína de Brasil", ejemplificó el Dr. Fisberg, que también es Coordinador del Centro de Nutriología y Dificultades Alimentarias en el Instituto Pesquisa e Ensino em Saúde Infantil(PENSI), en San Pablo, Brasil.
La metodología empleada presenta muchos otros desafíos. De acuerdo con el Dr. Fisberg, los participantes pueden tener un sobre o sub reporte. Siendo un reto aquellos que realizan sub reporte, "porque no omiten de manera consciente, sino que para ellos ese alimento o esa bebida no es importante".
http://www.mdpi.com/2072-6643/10/4/389/htm