Reconocimiento de sepsis pediátrica mejora sumando supervisión clínica y alerta electrónica
(Medscape)Una alerta electrónica disminuyó los casos de sepsis pasados por alto en pacientes pediátricos en un servicio de urgencias, pero no remplazó por completo las valoraciones frecuentes realizadas por médicos, según reveló un nuevo estudio en el Children's Hospital of Philadelphia. Los investigadores publicaron sus hallazgos el 2 de junio en la versión electrónica de Annals of Emergency Medicine.[1]
El estudio es el primer ensayo prospectivo en evaluar si una alerta electrónica de sepsis puede mejorar el diagnóstico de este trastorno en el servicio de urgencias de pediatría.
"La alerta electrónica de sepsis exigía la valoración a la cabecera del paciente de solo 1% del censo del servicio de urgencias, y tuvo una sensibilidad de 85% y una especificidad de 99%. La sensibilidad se optimizó al 99% cuando se utilizó la identificación por el médico para aumentar el reconocimiento de la sepsis de pacientes negativos para sepsis en la alerta electrónica", escriben el Dr. Fran Balamuth, PhD, de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, Filadelfia, y sus colaboradores. "Después de implementar la alerta electrónica para sepsis, disminuimos la proporción de casos pasados por alto en el servicio de urgencias de 17%, antes de la intervención, a 4%, después de la intervención".
La alerta consistió en dos etapas. La presencia de taquicardia o hipotensión en cualquier momento durante la consulta en el servicio de urgencias desencadenaban la primera etapa. Mientras que la segunda etapa se desencadenaba por hipotensión o taquicardia, fiebre o riesgo de infección, y uno o más de los siguientes: Un trastorno con alto riesgo, alteración del estado mental, o anomalías en el tiempo de llenado capilar.
Los estudios han señalado que la valoración clínica a la cabecera del enfermo pasa por alto alrededor de una cuarta parte de los casos de sepsis pediátrica, pues la mayoría de los niños compensan el choque al principio con una mayor frecuencia del pulso. Sin embargo, los niños sin sepsis también pueden tener taquisfigmia a consecuencia de fiebre, ansiedad y dolor.
Se consideró que los pacientes con alertas positivas para la primera y la segunda etapa tenían una alerta electrónica positiva para sepsis. Esto inducía a una valoración de equipo para decidir la conveniencia de activar el protocolo de sepsis.
Durante la intervención, 1,2% de las consultas en el servicio de urgencias (1112/182.509) fueron motivo para detonar la alerta de sepsis; de estas, 23,8% (n = 265) de los pacientes recibieron tratamiento con el protocolo de sepsis después de la valoración por el equipo. Los médicos conservaron su facultad de tomar decisiones para activar el protocolo de sepsis en cualquier momento en los pacientes con alertas negativas para sepsis.
La alerta electrónica para sepsis identificó correctamente casos verdaderos de sepsis (sensibilidad) en 86,2% de las ocasiones (intervalo de confianza [IC] del 95%: 82,0% - 89,5%) y distinguió correctamente a los niños sin sepsis (especificidad) 99,1% de las veces (IC 95%: 99,0% - 99,2%). La probabilidad de que pacientes con alertas positivas tuviesen sepsis fue 25,4% (IC 95%: 22,8% - 28,0%). La probabilidad de que los pacientes con una alerta negativa no tuviesen sepsis fue del 100% (IC 95%: 99,9% - 100%).
Incluir los casos de sepsis identificados por el médico en el análisis mejoró la sensibilidad a 99,4% (IC 95%: 97,8% - 99,8%), aunque la especificidad se mantuvo en 99,1% (IC 95%: 99,1% - 99,2%).