CAMBIO CLIMÁTICO: LA SOLUCIÓN ESTÁ EN TODOS NOSOTROS
Fuente: Diario Mi Hijo Ed. 25La mano del ser humano cada día causa más estragos en la naturaleza. Así como en muchos lugares del mundo, nuestro país ha experimentado grandes cambios en los patrones climáticos, como las intensas lluvias en el desierto más árido del mundo, sequías en el sur de Chile, desertificación de la zona central, retroceso de los glaciares y haber tenido el año más caluroso de las últimas décadas.
El calentamiento del planeta es inequívoco. La atmósfera y los océanos han subido su temperatura, las cantidades de hielo y nieve han disminuido, el nivel del mar ha aumentado, y las concentraciones de los gases de efecto invernadero también van en alza. Se deben tomar medidas de manera inmediata, ya que si la temperatura continúa subiendo, las consecuencias serán catastróficas.
Efecto invernadero y el cambio climático
Lo primero que hay que saber, es que el efecto invernadero es un fenómeno natural benéfico que permite la vida sobre el planeta. Las temperaturas en la Tierra son aptas para la vida gracias a este efecto. Cuando la radiación solar llega a nuestra atmósfera, parte de ella es reflejada al espacio y otra parte pasa y es absorbida por el planeta. Esto hace que la superficie de la Tierra se caliente. El calor es irradiado hacia el exterior y absorbido por los gases presentes en la atmósfera y así se mantiene una temperatura más o menos estable dentro de ciertos rangos: ese es el efecto invernadero, que es bueno cuando logra mantener la temperatura promedio más o menos estable, asegurando la vida, como las plantas dentro de un invernadero.
Pero las emisiones de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), están modificando la composición de los gases en la atmósfera, provocando efectos sobre el clima: inundaciones, sequías, incendios, plagas, especies invasoras dañinas y la acidificación de los océanos.
Estos gases, que cuando están equilibrados provocan un efecto invernadero normal, al estar desbalanceados -producto del aumento de las emisiones que produce el ser humano-, favorecen un calentamiento extra de la atmósfera provocando los desajustes climáticos antes mencionados. Este exceso de gases proviene de la combustión de las sustancias que usan los automóviles, las fábricas y los procesos de producción de electricidad. Aunque el dióxido de carbono (CO2) es el principal gas responsable de este aumento del calentamiento, el metano expulsado por los vertederos y producido por la agricultura, en especial por los sistemas digestivos de los animales que pastan, es también otro de los grandes responsables del cambio climático.
El retroceso de los glaciares en el sur de Chile, por ejemplo, afectará en la disminución del agua dulce disponible para diversos usos. Los ecosistemas marinos también sufrirán los impactos de estos cambios climáticos, algunos de los cuales ya estamos viviendo al favorecerse la sobrepoblación de algas lo que deriva en marea roja. Estas son solo algunas de las consecuencias pero, en términos generales, el cambio climático está modificando nuestra economía, salud y comunidades de distintas formas. Los científicos advierten que si no se le pone freno ahora, los resultados podrían ser muy desastrosos.
Si la Tierra se calienta, estos son algunos de los procesos que ocurrirán:
• El agua se expande cuando se calienta y los océanos absorben más calor que la tierra, por lo que el nivel del mar subirá. A esto se suma el aumento de nivel originado por la fusión de glaciares y el hielo marino, provocando que las ciudades costeras sufran inundaciones.
• Lugares en los que normalmente llueve o nieva mucho, se calentarán y sufrirán sequías.
• Lagos y ríos podrían secarse provocando desertificación en áreas de cultivo, lo que sumado a las sequías, haría más difícil producir alimentos esenciales, afectando la agricultura y ganadería, y generando menor producción de comida y disponibilidad de agua para beber o la higiene básica.
• Producto de lo anterior, algunas plantas y animales se extinguirán.
• Con más frecuencia se producirán huracanes, tornados y tormentas. Esto, por las variaciones bruscas de temperatura y la evaporación de agua.
¿Cómo disminuir los efectos del cambio climático?
Primero, todas las sociedades deben hacer grandes esfuerzos para disminuir la contaminación. Cada individuo puede y tiene que esforzarse en reducir su “huella ambiental”, es decir, el impacto que generamos en nuestro medio, ahorrando agua, reciclando, caminando (evitando uso de vehículos motorizados cuando sea posible) y colaborando en comunidad (acá te dejamos el dato de un sitio donde puedes calcular tu huella ambiental, o de carbono: http://calcula.mihuella.cl).
Pero estos son pequeños gestos cotidianos de cada uno que, si bien sirven mucho, no son suficientes dado que se necesitan políticas macroambientales de reducción de gases de efecto invernadero a nivel mundial, para lograr frenar el calentamiento global de forma eficaz. Ahora bien, la comunidad internacional ha sido incapaz de llegar a acuerdos que permitan aminorar los efectos del cambio climático, y las grandes cumbres que se han organizado no lograron generar consensos claros.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), debería exigirse extender las iniciativas verdes a nivel nacional e internacional para que los resultados se alcanzaran a tiempo. En especial, debería enfatizarse en países como China, Rusia o Estados Unidos, ya que son los que provocan mayores emisiones. Además, los países ricos deberían ayudar a los menos desarrollados a combatir los problemas generados.
Algunas de las soluciones a esta problemática global:
• Disminuir las emisiones de CO2 evitando el uso de combustibles fósiles. Se podrían implementar medidas alternativas al uso del petróleo, del gas natural y del carbón (que en su producción y transporte emiten gases de efecto invernadero), utilizando entre otras fuentes la energía solar, eólica, geotérmica, hídrica y corrientes marinas.
• Adaptar las infraestructuras, como edificios y casas, para no malgastar energía. Por ejemplo, aislando de forma adecuada los hogares.
• Evitar el uso de automóviles, utilizando el transporte público o incentivando el uso de la bicicleta.
• Incentivar la compra de productos ecológicos y un consumo moderado.
• Apoyar iniciativas que promueven la detención de la deforestación.
¿Y qué podemos hacer nosotros para frenar el cambio climático?
Hay que partir de la base de que gran parte del problema del calentamiento global se basa en los efectos del consumismo. Hay que cambiar la forma de pensar, y dejar de educar para solo trabajar y comprar. Esta idea basa los niveles de felicidad en lo que se tiene y se consume. Por lo tanto, como individuos podemos mitigar la huella de carbono disminuyendo nuestros desperdicios, nuestros excesos, y optimizando el uso de recursos, entre otros los combustibles y la electricidad.
Se debe disminuir el uso y abuso del automóvil. Se puede caminar más, utilizar la bicicleta, el transporte público, o tener un auto que sea eficiente y emita menos gases. También podemos manejar mejor, mantener el vehículo en condiciones óptimas, revisar el nivel de inflado de los neumáticos, ser eficientes en su uso y varias otras medidas.
Otra medida eficaz es reducir el consumo de alimentos producidos de manera industrial. Los gases de invernadero como consecuencia de la producción alimenticia, aumentarán en 80% si el consumo de estos productos sigue incrementándose al ritmo actual. Un estudio realizado por las universidades de Cambridge y de Aberdeen, señala que el consumo excesivo de carne y productos lácteos en países industrializados debe reducirse significativamente en los próximos años para que se proteja el medio ambiente y se logre garantizar la demanda futura de alimentos en sociedades más vulnerables. Los investigadores subrayan que los bosques y zonas utilizadas para cultivos de granos serán convertidos en tierras para la ganadería, generando más deforestación, y se incrementarán las emisiones de CO2 y de metano proveniente de fertilizantes producto de la expansión agrícola. Todo esto dará por resultado una mayor emisión de gases de invernadero que acelerarán el cambio climático.
La situación podría mejorar radicalmente si los agricultores de países en desarrollo fueran ayudados a obtener un mejor rendimiento de sus tierras, y si la población mundial aprendiera a reducir el malgasto de alimentos y se alimentara de forma más saludable.
Lo malo es que la tarea es gigante. Lo bueno es que depende de cada uno de nosotros. Te invitamos a ayudar con tu parte y enseñar a los niños a cuidar el planeta.