Hay que tener cuidado con los perritos…
Fuente: Diario Mi Hijo Ed. 45Ya hemos visto en otras ediciones de Diario Mi Hijo los beneficios para los niños que significa tener una mascota en casa. A gran parte de los niños les encantan los perritos, aunque también hay otros que les tienen auténtico pavor, probablemente porque en algún momento de su vida tuvieron una mala experiencia con algún animalito.
Muchas veces los niños no saben cómo canalizar su energía con los perros; los cargan, acarician, besan y abrazan, y no siempre lo hacen con mucho cuidado, sino más bien de forma brusca, provocando en ocasiones malestar al pobre animal. Los perros tienen dientes afilados, uñas duras y fuertes mandíbulas que pueden ser muy peligrosas si en un momento dado agreden, ya que, hasta el más inofensivo de los animales, si se siente amenazado, puede atacar. Si los chiquitos no aprenden a relacionarse de forma adecuada con sus mascotas, puede ocurrir que reciban una mordida; incluso de un perro manso si en un momento se siente atacado o agredido.
Los más pequeños suelen ser víctimas de las mordeduras de perro, propios o ajenos, debido a que no se les enseña a respetar a los animales. Aunque los perros suelen ser muy cariñosos, siguen siendo animales y su instinto puede llevarlos a reaccionar agresivamente si el niño le envía alguna señal que ellos interpreten como un ataque o amenaza. Por ello, hay que tener especial precaución con los golpes con objetos, patadas, meter la mano en su comida cuando se alimentan, tirarles la cola, gruñirles o mostrarles los dientes agresivamente.
Por todo ello, es muy importante educar a tu hijo para que tenga respeto por los perritos. ¿Cómo hacerlo? Dejándole bien claro que los perritos no son personas sino animalitos. Que incluso aunque sea propio, una mascota puede reaccionar mal en ciertas circunstancias, por lo que enséñale a que debe tratarlos bien siempre, no abusar de su paciencia y ser responsables en su cuidado. También es importante que le enseñes a que no debe acercarse descuidadamente a perros extraños, por muy pequeños que sean, ya que no siempre un animalito está bien cuidado o enseñado y las mordidas pueden ser un peligro por el daño directo y por una posible infección del virus de la rabia o de gérmenes de su boca, cosa que no tiene nada que ver con su tamaño. Además, debes asegurarte que los perritos con los que juegue tu hijo tengan todas las vacunas al día, igual que el propio
Vigila que tu hijo no moleste nunca a un perro que esté comiendo, durmiendo o cuidando de sus cachorros. Y antes de dejar que le acaricie, deja que le huela.
Por lo tanto, es fundamental enseñar a los niños a relacionarse con los perros. Cómo se comunican, cómo se relacionan, qué les incomoda, qué les puede asustar… saber todo eso hará que tu hijo conozca mejor a su mascota y así podrá respetar sus necesidades.
Nunca dejes a un perro solo con el niño, ya que por muy dulce e inocente que parezca el animal, puede morder en cualquier momento si éste considera que necesita defenderse. Siempre, los niños pequeños y los animales deben estar bajo supervisión de un adulto. También sirve de gran ayuda saber leer algunas señales. Por ejemplo, si el perro quiere escapar, si se lame las fauces, olisquea o araña fuera de contexto, enseña el blanco de los ojos, tiembla, ladra o gruñe.
Y cuando lo saquen de paseo, no olviden llevar unas bolsitas para recoger sus deposiciones y tirarlas en basureros, llevarles algún juguete y una correa si lo van a pasear en lugares muy concurridos. Y muy importante: recuerda llevarlo a la municipalidad para que le pongan su chip identificador.
¿Qué les debo decir a mis niños que hagan cuando un perro extraño se les acerca?
- Que no griten y salgan corriendo. Es preferible quedarse muy quietos "como si fueran un árbol".
- Es importante evitar el contacto directo con los ojos del perro.
- Si se caen o el perro los bota, actúen "como un perro”.
- Cuando el perro comprende que ustedes no son una amenaza probablemente se irá.